El cobre es esencial para la formación de glóbulos rojos y es especialmente importante durante el embarazo, cuando el suministro de sangre se duplica. El cobre también aumenta la capacidad del cuerpo para reparar los tejdos, descomponer los azúcares y mantener nuestro crecimiento y una apariencia saludable. Por otra parte, ayuda a la gestación de los tejidos del corazón, el sistema esquelético y nervioso, las arterias y los vasos sanguíneos del bebé. Por lo tanto, es un mineral fundamental para el tejido conectivo y las fibras nerviosas.